Hace poco, leyendo las Reflexiones de un padre cuarentón sin tele,
comprendí por qué muchas organizaciones están actualmente preocupadas
por adaptarse a los cambios sociales y los requerimientos de la nueva
era digital. La transformación digital está ya aquí; de hecho, hace
tiempo que llegó y de ahora en adelante, además, será un “estado continuo”.
Igual que a las personas nos cuesta salir de nuestra zona de confort, en las compañías también a veces se produce rechazo y resistencia a este entorno nuevo y cambiante pero es necesario un cambio cultural para superar los miedos y aceptar la realidad que tenemos ante nosotros. Queramos o no, la transformación ha llegado para quedarse: los hábitos de los consumidores, los modelos de negocio, los perfiles de los empleados y la tecnología que se emplea en las empresas… hay un efecto tsunami.
En el post que mencionaba veíamos
lo que ocurría (realmente nada) cuando la televisión, un aparato antes
indispensable en nuestras vidas, dejaba de funcionar. Ahora nos toca analizar, en otros ámbitos, si lo que hasta el momento considerábamos indispensable lo es
de verdad, porque la sociedad ya se ha transformado; miremos, si no, a
nuestro alrededor. Aquí recojo algunas observaciones realizadas durante
mis recientes vacaciones estivales:
- Los niños y adolescentes pueden estar cinco días sin encender la
televisión, pero no pueden estar más de dos horas sin pedir el móvil a
padres, primos, tíos o allegados para intentar capturar un pokémon o
contactar con sus amigos.
- Jóvenes y adultos consultamos la información a diario en periódicos o
medios informativos digitales. El consumo de elementos audiovisuales ya
no se realiza a través de las plataformas tradicionales, sino en
movilidad desde cualquier lugar.
- La experiencia de usuario en el consumo de contenidos depende de la
calidad de la señal, del volumen de datos consumidos y de la facilidad e
inmediatez en el acceso a la información.
- Ha perdido valor el número de pulgadas del dispositivo (aunque
también importa) frente a una mejor calidad de imagen. Preferimos verlo
muy bien en un tamaño algo más reducido.
- La televisión, si no está conectada a Internet, corre el riesgo de
convertirse en un monitor de alta calidad, para reproducir contenidos
desde dispositivos portátiles.
Seguro que también podréis observar todos
estos cambios de comportamiento y muchos más durante vuestras
vacaciones. Son unos días perfectos para hacer el ejercicio desde una
cómoda tumbona a la orilla del mar. La escena puede ser la siguiente:
Una madre consulta las noticias para saber
si habrá unas terceras elecciones; el hijo mayor reserva los billetes
de vuelta para toda la familia; el padre queda con unos amigos y el
pequeño disfruta de su serie favorita. Todo ello sin realizar llamada
alguna, sin necesidad de hablar con nadie de la compañía de trenes, sin
tener que ir a comprar el periódico y sin llevarse la televisión también
de vacaciones. E incluso todo esto podría ocurrir empleando todos ellos
el mismo dispositivo.
El uso de las nuevas tecnologías
en el ámbito personal siempre adelanta a los intentos de los entornos
corporativos de ir a la vanguardia pero aprovechémoslo como una ventaja competitiva para nuestra organización.
La sociedad ya hace tiempo que se ha
transformado. Si somos capaces de observarla, tendremos a nuestro
alcance todas las herramientas necesarias para implementar la
transformación digital en nuestras empresas. ¿A qué esperamos?
Artículo originalmente publicado en el blog A un clic de las TIC.
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